Requisitos de ingreso a un empleo deben ser razonables y no discriminatorios.

Si bien es cierto que el trabajo es un derecho legal y constitucionalmente protegido que tiene toda persona, también lo es que no existe ninguna disposición normativa dentro de la legislación laboral que constriña al empleador para aceptar a todos los trabajadores que apliquen para un cargo ofertado.

En este sentido, precisó el Ministerio del Trabajo, las entidades privadas pueden exigir requisitos de ingreso en un proceso de selección, siempre que los mismos sean razonables, no violen el derecho a la igualdad de las personas, ni fijen de forma implícita o explícita discriminación o preferencia alguna.

Por lo tanto, los procesos de selección adelantados por las empresas de naturaleza particular no pueden tener requisitos o condiciones de admisión que sean discriminatorios, ya sea por razones de sexo, género, religión o cualquier otro que restrinja, limite o anule la igualdad de oportunidades laborales.

Requisitos discriminatorios

En el evento en que una empresa en su convocatoria de empleo establezca requisitos que pueden ser considerados como discriminatorios, bien sea porque restringen indebidamente la igualdad de oportunidades laborales, vulneran el derecho al debido proceso, no son transparentes o los motivos de exclusión del proceso no son objetivos ni proporcionales, la persona afectada puede acudir a la acción de tutela, con el fin de que se le amparen sus derechos fundamentales.

De otra parte, señaló la entidad, se ha venido fortaleciendo el modelo de inclusión laboral con enfoque de cierre de brechas, a través del Servicio Público de Empleo, cuyo objetivo es promover la inclusión laboral de la población mediante intervenciones efectivas y focalizadas que mitiguen las barreras de acceso de los buscadores de empleo.

De esta manera, todas las personas, sin distinción de sexo, raza, origen, lengua, religión u opinión política o filosófica, pueden acceder a estos servicios a través de una ruta única de atención definida.