La implementación de la política de desconexión laboral en el RIT empresarial
Por: Oscar Andrés Rojas Murcia.
El pasado 6 de enero de 2022, el Congreso de Colombia profirió la Ley 2191 por medio de la cual se reglamenta la desconexión laboral que tiene como principal objetivo instaurar, reglamentar y fomentar la desconexión laboral de los trabajadores con el fin de garantizar el goce efectivo de su tiempo libre para conciliar la vida personal, familiar y laboral[1]. De manera que resulta una normatividad de suma importancia en el tráfico jurídico laboral, como quiera que afecta directamente a las nuevas prácticas laborales que surgieron como consecuencia de la pandemia COVID-19[2].
La Ley 2191 de 2022 define la desconexión laboral como un derecho que tienen todos los trabajadores a no tener contacto, por cualquier medio o herramienta, en horarios por fuera de la jornada de trabajo y en sus vacaciones o descansos. En aras de garantizar tal prerrogativa, la ley establece que toda persona natural o jurídica, de naturaleza privada o pública, tiene la obligación de implementar una política de desconexión laboral, que debe estar reglamentada internamente. Es decir, por mandato legal los empleadores deberán contar con una política de desconexión laboral.[3]
El Reglamento Interno de Trabajo (RIT) comprende el conjunto de disposiciones a que deben someterse el patrono y sus trabajadores en la prestación de servicios.[4] En otras palabras, el RIT es un documento interno que contiene las normas que gobiernan las relaciones entre el empleador y los trabajadores, en donde se incluyen disposiciones normativas, sanciones, políticas y demás estatutos, destinado a regular la vida laboral en la empresa. El RIT tiene un carácter general y permanente como norma objetiva y, por lo tanto, el trabajador será sometido a este por su voluntad por el hecho de ingresar al establecimiento y adherirse a su orden.[5] Por consiguiente, la política de desconexión laboral podrá ser incluida y actualizada internamente en el RIT o de manera anexa a éste.
Esta política deberá tener como mínimo tres elementos esenciales: la forma en cómo se organizará y ejercerá el derecho a la desconexión laboral, incluyendo los lineamientos frente al uso de las TIC; un procedimiento que determine los mecanismos y medios para que los trabajadores (a nombre propio o anónimamente) puedan presentar quejas frente a la vulneración de tal derecho; y un procedimiento interno para el trámite de las quejas que garantice el debido proceso e incluya los mecanismos de solución del conflicto y la verificación del cumplimiento de los acuerdos alcanzados y de la cesación de la conducta.[6]
De lo anterior se desprende el contenido de la política de desconexión laboral, la cual deberá comprender: la información empresarial, el marco normativo, el objeto de la política, su alcance y aplicabilidad, su garantía de aplicación, la aplicación de la desconexión laboral en virtud de la jornada laboral, las horas extras y trabajo nocturno en virtud de la desconexión laboral, la aplicabilidad de la desconexión laboral frente a los días de descanso legalmente obligatorios y un procedimiento para el otorgamiento de licencias, permisos, vacaciones e incapacidades.[7]
Tendrá aplicación para los trabajadores vinculados por medio de contrato laboral -contrato de trabajo a término fijo, contrato de trabajo a término indefinido, contrato por obra o labor, o el trabajo ocasional- donde su reglamentación se deriva del CST. Resulta relevante hacer dicha distinción, pues a pesar de que el ordenamiento jurídico colombiano da la posibilidad de vincular personas a través de contrato de prestación de servicios de naturaleza civil, lo cierto es que esta política será aplicable únicamente para todas las formas de ejecución del contrato de trabajo.
Aunado en lo anterior y de conformidad con la Ley 2191 de 2022, todo empleador deberá actualizar el RIT empresarial con la implementación de una política de desconexión laboral bajo los parámetros expuestos.
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